viernes, 23 de octubre de 2009


Marcel Marceau y El Corazón Negro

Paola estudió en el Liceo Francés de Madrid hasta los 17 años.

Estudia baile, mimo e interpretación, practica esgrima y funambulismo.

Su gran pasión fue el baile y quiso ser bailarina pero al conocer el trabajo del británico Lindsay Kemp, actor,mimo y coreografo, Paola no paró hasta entrar en la Escula de Mimo de Marcel Marceau, con lo que se translado a Paris donde se quedó tres años.

Allí Paola conoció a Augusto César Carreras con quién posteriormente abriría en España un bar "Corazón Negro".
Ellos en la ciudad del Sena, compartieron casa decorada con curiosos objetos con apenas valor económico, sus interiores, al igual que Corazón Negro, eran cambiantes, alegres y diferentes, fiel reflejo de sus privados universos artísticos.

Poala contó en su tiempo que en ese bar querían conseguir un sitio lleno de vida, en el cual la decoración total o parcial cambiase al menos una vez por semana.
Si había una fiesta Tropical Fantasy la base sería el color y la sensualidad caribeña, y si un domingo por la tarde una amiga marroquí prepara té con hierbabuena, los objetos harán referencia al Norte de Africa: el verdadero lujo es la unión del silencio y el espacio.

La decoración, resuelta en un continuo de «accidentes estéticos no pensados», no sigue un estilo definido pero sí respeta una norma: no ser pretencioso. Picasso decía que dentro de sus bodegones colocaba todos los objetos que le gustaban y que si no se llevaban bien entre ellos, era su problema: así creaba nuevas relaciones visuales y estéticas. Lo mismo ocurre con los inclasificables interiores de Corazón Negro que nos hablan de una nueva filosofía en decoración: la belleza está en cualquier objeto y para descubrirla sólo hay que saber mirar.

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