Francis Montesinos miró al mar del Cabanyal en su desfile. Ajeno a la polémica, el valenciano se limitó a presentar una colección inspirada en las aguas que bañan el barrio. En tonos acuarelados sobrios y sombríos. Colores ocres, azules, grises y los estampados mediterráneos marca de la casa. Recordaban, modernizados, a los colores que retrató Joaquín Sorolla en 'Chicos en la playa' y los que captó Ignacio Pinazo en 'Anochecer en la escollera'.
El espectáculo comenzó con la voz de M. ª José Peris que salió a la pasarela para entonar una albà. Como atrezzo, al fondo del escenario, un palmar. Después abrió el desfile la gran Paola Dominguín, emperatriz de las maniquíes de otra época, seguida de su hijo Nicolás Coronado Dominguín.
Por la pasarela-embarcadero, que no era el de Amity Island ni el de Martha's Vineyard sino el del Cabanyal, las modelos desfilaron con vestidos estampados, peinados gipsy y redes de pescador. Los chicos con camisas estampadas y pañuelos gipsy en la cabeza. Como el top Jon Kortajerana, fiel a los desfiles del diseñador valenciano.
La del maestro Montesinos (alguien con clientas como Carmen Martínez-Bordiu, sentada en primera fila) es ese tipo de ropa que te alegra el día. Como las canciones de Abba.
En la segunda parte nos fuimos al mar (del Cabanyal) con vestidos de punto, faldas con vuelo, pasamanerías y gorras regata. Pero el universo Montesinos es el universo Montesinos (como un hombre en la cama es un hombre en la cama, que diría Luis Ciges en 'Amanece que no es poco'). No faltaron volantes, grandes lunares, transparencias, flecos, volúmenes. Y mucha variedad cromática.
Los economistas que dicen que durante las crisis bajan los largos de las faldas se equivocan. Aquí todo fue corto, muy corto. O largo, muy largo. La traca final llegó con los vestidos vaporosos, primero negros, luego metalizados, todos espectaculares, algunos bordados con cristales de Swarovski. La mascletá final, el vestido de novia semitransparente de organza y tul que lució la valenciana Sara de Antonio. Y fin de fiesta con Paola Dominguín abrazando a Francis Montesinos.
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